Sexo sin fluir

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Adán, como en la Biblia, representa a veces a todos los hombres... a todos los hombres que en el lecho te atrapan, te aman, te lamen, te poseen, te besan desesperadamente... con la carne del deseo, vibrante, humeda, arrogante...

Mientras yo mantengo la mirada perdida, formando parte del rito sagrado del sexo, desde el lado femenino, que piensa no sólo en uno sino, en el Adán que representa a todos a la vez... a todos los que me quieren, los que me aman, me desean, me halagan, los que me acompañan, los misóginos, los perdidos, los que no quieren mi carne, los que yo deseo...


Y así, me abandono al acto sagrado de la carne y así me siento tomada por todos a la vez, con la mente en blanco y entregada al único hombre, a todos... pero sóla, apenas sintiendo a esa otra alma que en forma de carne entra y sale en mi...

...y acaba así en un grito de orgasmo convertido en soledad, en ausencia, en desperdicio de cuerpos y deseos, y de fluidos vivos que están presentes, pero precisamente sin fluir....

Foto: Córdoba, ayer... Lo vivo fluyendo para luchar contra lo inerte y lo sucio... siempre puede

Supermodelos y la giralda

martes, 20 de noviembre de 2007

16:00 horas, plaza del triunfo, luz cegadora y gritos ensordecedores...

No me preguntéis que hacía allí, siemplemente estaba allí por avatares del destino, y no me arrepiento...

Media de edad, 17 años, quizás 14 o 15 más bien... y algunos padres con cara de resignación...
- Niña, como no te bajes de la farola, nos vamos pa casa y lo ves en la tele-

La giralda, los alcázares y la catedral, y la madre María Inmaculada, que ya echa de menos su noche de tunas, se sentiría perdida ante tal representación, tan distinta, bajo sus piés...

Y no digamos del giraldillo... que observaría desde lo alto el frenetismo de los tiempos, desde lo inamovible, desde lo eterno, la insuperable capacidad de venerar lo banal y lo frívolo que podemos llegar a tener los mortales, los que estamos de paso...

Una pancarta: "Noelia, los tacones sí están hechos para ti"...

El montaje efímero de la pasarela de Super Modelos, un tal Valerio, dándose baños de masas, gritando y agradeciendo, viviendo su momento... Y las modelos, a las que le enseñan lo importante de estar bien depiladas y de tener unos pies bonitos, lloran porque es totalmente trascendental e importante andar bien sobre una pasarela, y retrasmiten todo ello varias horas todos los lunes, y tan panchos que nos quedamos...

Y allí con una moda que no creo que se acercara ni una mijita a lo que se entiende por alta costura, y mucho menos a la elegancia, las "menores" aprendices de modelos y venidas a más durante unos escasos tres meses, se bañaron en gritos y aplausos como si de estrellas del rock se tratasen...

Me sentí abrumada e incrédula, sumida en una ensoñación que mezclaba la belleza, la de las modelos, las chicas con notable intención de imitarlas, la belleza del entorno, el enclave profanado y el desánimo de ver las supuestas inquietudes y referencias (esperamos que pasajeras) de tiernas juventudes...

La vida, que pasa y nos sorprende, que cambia frenéticamente, que da y que quita, y provoca el resultado del ahora... es eso, creo que vi el AHORA, el instante pasajero, el momento, que se reafirmaba aun más por el entorno de lo sagrado y lo eterno de nuestra ciudad...

En el fondo me alegré de observar todo aquello...

Foto: Marea de uniformes verdes luchando por un huequito en la farola privilegiada... un espectáculo sus caras...

desde la cera de enfrente

martes, 16 de octubre de 2007

desde la cera de enfrente, originalmente cargada por mariky.

Aquí es donde mi cámara empezó a enfocar mal, aunque no se aprecie en la imágen...

Esta era una foto de esas de las que surgen, de las que tienes la necesidad de hacer, ¿Por qué será? ¿Qué me dira? El tiempo se encarga de valorarlas después

La ley del Deseo

miércoles, 18 de abril de 2007
Antonio Bénitez (Antonio Banderas) no tiene escapatoria, la policía aguarda en la calle y él pide una hora para negociar. Se la conceden. Antonio abraza a Pablo (Eusebio Poncela), el Dios-director-guionista de la película, alter ego de Pedro (aunque Pedro siempre es todos y cada uno de los personajes), y comienza la canción de los Panchos: "lo dudo, lo dudo, lo dudoo, que hayes un amor más puro, como el que tienes en mi". Antonio la tararea, besa dulcemente a Pablo, le mira, sostiene su cabeza entre las manos y le acaricia con una ternura, con una devoción... Pablo sabe que es un asesino, pero ateiende a lo que está sucediéndole con la entrega resignada de un naúfrago y la fascinación del hombre cuyo tributo son las pasiones. "Lo dudo, lo dudo, lo dudoo, que tú llegues a quererme como yo te quiero a ti". Antonio le sonría y pablo, el gran dios que ha sido durante la película, el director y guionista que todo lo controla, deja caer la frente en el hombro de su criatura. Antonio le ha dicho que no importa lo que ocura dentro de una hora y que tampoco quiere que el piense en ello. Finalmente, pablo sucumbe a la enferma inocencia de Antonio y lo estrecha con fuerza entre sus brazos. la cámara se va. Una sirena azul duerme callándose la noche. Quizá hacen el amor. Antonio se levanta, cubre a su dios con una sábana translúcida: "hace frío, no te destapes", le dice. Sale de la habitación. Se pega un tiro. Pablo corre hacia él. A los pies de la Virgen, Antonio yace muerto.

"Quererte de este modo es un delito y estoy dispuesto a pagar con ello".

Hoy he querido recordar esta estupenda escena de La ley del deseo, no sé por qué, quizás por la gran pasión que tiene, y para hablar de amores incondicionales, que lo perdonan todo....