Supermodelos y la giralda
martes, 20 de noviembre de 2007
16:00 horas, plaza del triunfo, luz cegadora y gritos ensordecedores...
No me preguntéis que hacía allí, siemplemente estaba allí por avatares del destino, y no me arrepiento...
Media de edad, 17 años, quizás 14 o 15 más bien... y algunos padres con cara de resignación...
- Niña, como no te bajes de la farola, nos vamos pa casa y lo ves en la tele-
La giralda, los alcázares y la catedral, y la madre María Inmaculada, que ya echa de menos su noche de tunas, se sentiría perdida ante tal representación, tan distinta, bajo sus piés...
Y no digamos del giraldillo... que observaría desde lo alto el frenetismo de los tiempos, desde lo inamovible, desde lo eterno, la insuperable capacidad de venerar lo banal y lo frívolo que podemos llegar a tener los mortales, los que estamos de paso...
Una pancarta: "Noelia, los tacones sí están hechos para ti"...
El montaje efímero de la pasarela de Super Modelos, un tal Valerio, dándose baños de masas, gritando y agradeciendo, viviendo su momento... Y las modelos, a las que le enseñan lo importante de estar bien depiladas y de tener unos pies bonitos, lloran porque es totalmente trascendental e importante andar bien sobre una pasarela, y retrasmiten todo ello varias horas todos los lunes, y tan panchos que nos quedamos...
Y allí con una moda que no creo que se acercara ni una mijita a lo que se entiende por alta costura, y mucho menos a la elegancia, las "menores" aprendices de modelos y venidas a más durante unos escasos tres meses, se bañaron en gritos y aplausos como si de estrellas del rock se tratasen...
Me sentí abrumada e incrédula, sumida en una ensoñación que mezclaba la belleza, la de las modelos, las chicas con notable intención de imitarlas, la belleza del entorno, el enclave profanado y el desánimo de ver las supuestas inquietudes y referencias (esperamos que pasajeras) de tiernas juventudes...
La vida, que pasa y nos sorprende, que cambia frenéticamente, que da y que quita, y provoca el resultado del ahora... es eso, creo que vi el AHORA, el instante pasajero, el momento, que se reafirmaba aun más por el entorno de lo sagrado y lo eterno de nuestra ciudad...
En el fondo me alegré de observar todo aquello...
Foto: Marea de uniformes verdes luchando por un huequito en la farola privilegiada... un espectáculo sus caras...
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